martes, noviembre 22, 2005

Una breve historia

Ahora que no tengo nada que escribir les traigo una historia que escribi cuando estaba en segundo de preparatoria y se titula:


Gato


Eran las 3 de la tarde en la casa de la familia Gómez, el joven Juan de 16 años, se encontraba solo en su casa, y no tenia ganas de salir a pasear, puesto que afuera estaba lloviendo y no se quería enfermar, Juan pensó que en ese tiempo podría hacer la tarea, pero no le llamo la atención hacerla, ya que podría fácilmente copiarla en la escuela, por lo cual prendió la televisión y se acostó en su cama a verla, con el control remoto en una mano empezó a cambiar los canales, paso desde un anunció de comida para gatos hasta las repeticiones de las olimpíadas, como no encontró nada que le interesase la apago, pensó en que podría hacer el resto de la tarde, pero nada bueno se le vino a la mente y se puso a contemplar la lluvia, con ese ya era el tercer día seguido en que llovía, bastante extraño siendo que vivía en pleno desierto, al final decidió ponerse a leer, se sentó en el sofá y empezó a leer, como se encontraba en el final de la historia se enfrasco rápidamente en ella y no notaba como el tiempo corría y afuera seguía lloviendo, a cada pagina que leía se sumergía mas en el libro, el protagonista acababa de recibir un disparo en la pierna y aun a si corría para alcanzar a los villanos que había secuestrado a su hermana, ni siquiera las ganas de ir al baño lo sacaron de su lectura, sabía que ya casi acababa y quería continuar, en el momento en el que el protagonista saltaba sobre el villano, Juan creyó ver un gato negro sobre sus piernas, ante tal visión se estremeció y lanzo el libro al aire, cuando no vio nada volteo a su alrededor y al ver todo normal se calmo un poco, pero el sabía lo que había visto, o al menos eso pensaba, era imposible que hubiera entrado un gato, corrió a fijarse en las puertas y ventanas, pero estas estaban cerradas para que no entrara el agua de la lluvia, esto le ocasiono otro estremecimiento, pero luego atribuyo el ‘‘gato’’ a que había estado leyendo mucho y su mirada le jugó una mala pasada, después de calmarse por completo fue al baño, después de salir miro la hora, apenas eran las 5 y ya no quería continuar leyendo, pensó que iría a revisar la casa de sus vecinos, ellos se habían mudado ase mas de 2 meses y nadie ocupaba la casa, pensó que talvez podría encontrar algo interesante, o que usaría la casa para pasar ahí los ratos de ocio que tuviera, en ese lugar nadie lo regañaría, y podría hacer lo que quisiera, como no quería que nadie lo viera se trepo por un lado de la casa con la ayuda de una escalera que estaba apoyada en su casa, subir fue un poco peligroso, ya que la escalera estaba mojada y Juan iba descalzo, con un pequeño tropiezo llego hasta el techo de sus vecinos y bajo por las escaleras que tenían para llegar al segundo piso, la llegar abajo observo por una ventana y al ver que no había nada le dijo adiós a la idea de encontrarse algo interesante, pero quiso entrar a la casa por si había algo fuera de su vista, como la ventana por la que estaba viendo tenia reja fue a buscar otra forma de entrar en la casa, llego a un pasillo que daba a la calle, y con mucho cuidado entro en el pasillo, pues no quería que lo viera alguien que pasara por la calle, así lentamente fue viendo cada ventana, y que suerte la suya, una ventana no tenia rejas, lo único que le impedía pasar era el mosquitero, que podría quitar fácilmente, cuando intentaba quitarlo escucho un pequeño ruido a sus pies, ¡pero si era el mismo gato negro que creyó ver en su casa!, la sorpresa de verlo lo hizo caer hacía atrás, con el ruido de la caída el gato salio corriendo por el pasillo y salio a la calle a través de la reja de la entrada, lentamente Juan se levantó del suelo con las nalgas adoloridas por la caída, lo del gato lo tenía perturbado, ¿sería el mismo gato que creyó ver en su casa?, no lo sabía, pero pensó en que se dice que el que se te atraviese un gato negro es de mala suerte, y por ese motivo decidió que era suficiente investigación por ese día, ya volvería luego, en el momento en que empezó a caminar de regreso, oyó que se acercaba un carro, nada raro pensó, pero cuando vio que el carro se estacionaba enfrente de la casa en la que estaba le entro el pánico, ¡si incluso podía ver al conductor desde donde se encontraba!, sin pensarlo dos veces salio corriendo por el pasillo, subió las escaleras y bajo la escalera para llegar a su casa, abrió la puerta y entro con el corazón palpitándole aceleradamente, busco un lugar donde sentarse, y después de un rato pensó mas calmadamente que el hecho de que el gato se le hubiera cruzado no tenia nada que ver con que el señor llegara a la casa, es mas, si no hubiera sido por el gato lo mas seguro era que el señor lo hubiera cachado con medio cuerpo dentro de la casa, se le hacía extraño que el gato de su visión se pareciera mucho al que en verdad vio, pero esto no tenia mayor importancia, al verlo su papá le pregunto que si que tan fría estaba el agua, en ese momento Juan se dio cuenta de que estaba todo empapado, sabía que no estaba a si por la lluvia, todo eso era sudor del miedo que había sentido, pero le mintió a su padre y le dijo que estaba muy fría, cuando su padre se fue escucho el grito de ‘‘buenas tarde’’, supuso que era el señor que había llegado cuando estaba en la casa, pensó que sería buena idea ir a ver quienes podrían llegar a ser sus próximos vecinos, puesto que la casa estaba en renta, al salir a la calle y ver al señor recordó como momentos antes su presencia lo había asustado increíblemente, cuando aquel señor a la vista tenia un aspecto un tanto cómico, el señor al ver a Juan le pregunto que si no había nadie en esa casa, que a el le interesaba rentarla, con un tono de enojo, a Juan esto le molesto, al parecer sus futuros vecinos eran el tipo de gente que le desagradaba y esto sumado a que perdería la oportunidad de hacer de la casa su lugar de juegos lo hizo mentir, les dijo que la casa ya la habían rentado, que el letrero solo estaba ahí porque a las personas que lo rentaron se les había olvidado quitarlo, el señor se fue a su carro e iba muy enojado, después que se fue, Juan se río un rato del señor, pero como estaba lloviendo tuvo que entrar a su casa antes de que se mojara, como aun faltaba mucho para cenar Juan decidió volver a la casa de sus vecinos, subió por la escalera, bajo las escaleras, llego hasta el pequeño pasillo y asomo la cabeza, al parecer no había nadie a la vista y tampoco el gato se encontraba ahí, al llegar a la ventana sin reja, quito el mosquitero lo mas despacio que pudo y abrió la ventana, volvió a mirar a la calle, y como no vio a nadie entro en la casa, el aire dentro de la casa era bastante pesado y tenia un tenue olor a animal mojado, busco en toda la casa que como no era muy grande le tomo poco tiempo darse cuenta de que no había nada, solo estaban los aires acondicionados y un abanico de techo, intento prender este ultimo y al ver que este empezaba a dar vueltas se sentó en el piso, pero cayo sobre algo duro y al ver que era, le pareció extraño que hubiera algo así en medio de la sala, era un tubo de metal, el cual salía del piso y 10 cm. mas allá volvía entrar al piso, sin prestarle mas atención se acostó y se quedó escuchando el ruido de la lluvia hasta que se quedó dormido, en el sueño que tuvo volvió a aparecer el gato negro y este crecía de tamaño gigantesco, también estaban ahí toda la gente que le importaba a Juan cuando vio que el gato empezaba a aplastarlos Juan corrió a ayudarlos, pero el gato era enorme y Juan no podía hacer nada contra él, en el momento que el gato aplastaba a María, Juan despertó estremecido, ¡pero que sueño tan extraño! Pensó, al verse reflejado en un espejo sintió pánico, como había llegado ese espejo junto a él, o es que no lo había visto cuando registro la casa…, no, recordaba que no había nada dentro de la casa, entonces, ¿Cómo llego el espejo ahí?, se acerco a el espejo, pero algo raro ocurría con el espejo, era claro que el reflejo era él, pero mientras Juan se movía la imagen permanecía inmóvil, se acerco lo suficiente para ponerle una pata…, ¡si era una pata lo que vio donde debería estar su mano!, ¡pero que pasa aquí!, se acerco a su ‘‘reflejo’’, pero esto no era un espejo, el que estaba ahí era él, o al menos era su cuerpo, pero ¿cómo había llegado hasta el cuerpo del gato?, y no era cualquier gato, cuando se vio completamente se dio cuenta que estaba en el cuerpo del gato que había visto mientras leía, el que salio en la casa, en eso, él se despertaba, bueno su cuerpo, al despertar del todo el cuerpo de Juan que ya había visto al gato lo atrapó, le puso una cadena al cuello y lo amarro al tubo en el que Juan se había sentado antes de quedarse dormido, después de amarrarlo su cuerpo salio por la ventana y puso el mosquitero, como si nunca nadie hubiera esta ahí, a Juan le fue concedida su ambición de poseer la casa entera para el solo.

2 comentarios:

  1. Anónimo3:57 p.m.

    La verdad me dio flojera leer toda tu historia. T blog es una porquería, pero estoy en el aeropuerto y ya me quiero suicidar, así que estoy viendo mis páginas de último recurso.

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  2. Anónimo8:17 p.m.

    ES MUY BUENA ESA HISTORIA

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